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Poco interés en Chile por la salud de Pinochet

03 de Diciembre de 2006, 03:47pm ET

Santiago de Chile, 3 dic (EFE).- Periodistas, militares, políticos en activo y los más acérrimos defensores y detractores de Augusto Pinochet -los primeros cada vez menos- son los únicos chilenos que muestran hoy algún interés por la salud del ex dictador.

Pinochet, que sufrió esta madrugada de Chile un ataque cardíaco complicado con un edema pulmonar, será sometido hoy a una operación de "by-pass", informaron fuentes hospitalarias.

Las emisoras de radio y de televisión están dedicadas a la música, a la jornada futbolera y a los resultados de la Teletón que terminó ayer, sin que en las calles se escuchen ni bocinazos ni consignas que indiquen algún interés por la suerte de Pinochet.

Sólo las cadenas internacionales de televisión por cable dedican parte de su programación a Pinochet y a su estado de salud.

En los últimos dos años, las denuncias de riquezas irregularmente acumuladas por el ex dictador le han supuesto la retirada del aprecio que parte de la población aún le demostraba.








En las afueras del centro hospitalario donde está internado, no llegan a un centenar las personas que esperan noticias en directo, sin contar los periodistas, muchos de ellos extranjeros.

Entre la juventud chilena, que en su mayoría ya ha crecido en democracia, a partir de 1990, el interés por Pinochet es mínimo, excepto en los dos grupos de opiniones más radicales.

Los políticos, en su mayoría, responden con evasivas ante las preguntas de los periodistas en torno a Pinochet, e incluso el portavoz del Gobierno, Ricardo Lagos Weber, dijo hoy que preguntarle sobre los planes oficiales ante el eventual deceso de Pinochet era "de mal gusto".

En cualquier caso, según diversas fuentes consultadas por Efe, la recuperación de Pinochet hará que este agravamiento de su salud se convierta en una más de sus entradas al hospital, y su eventual fallecimiento, ya que los médicos afirman que se mantiene en riesgo vital, no provocará en Chile la conmoción que hubiera supuesto hace cuatro o cinco años.

Ante esta última situación, el problema es más oficial y protocolario que popular: qué decisión tomará el Gobierno ante los funerales, si serán de Estado o no por haber sido Pinochet presidente de Chile, aunque fuera de facto, y en cualquier caso si asistirá la presidenta Michelle Bachelet, cuyo padre murió después de ser torturado por los organismos de represión del régimen militar. EFE

ac/as"


NOTABLE LA NOTA, relamente a nadie le importa ya lo que pase con nuestro dicador de poca monta,

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